lunes, 4 de agosto de 2014

Sal

Sal del caparazón de la melancolía
Y dibuja con tu sonrisa la bella luz del día
Esperaré a que me cantes tu canción
Y extenderemos las alas de la imaginación


Sal a un nuevo amanecer de nubes de caramelo
Pues yo estaré allí sin miedo y con anhelo
No dejaré que el sol se apague mientras estés a mi lado
No dejaré que nos cieguen más sombras del pasado


Niña dulce, de frágiles sentimientos
Corazón de cristal que desnudas con el tiempo
Sal del vacío y volemos en sueños
hagamos del viento ser sus dueños


Sal del frío indomable y siente el calor de mi corazón
Deja que invada tu alma con serenidad y amor
Noches estrelladas que iluminan mi universo
Y por vos, mi dulce dama, compongo este verso


Cierra la puerta de la añoranza
Y abre la ventana a una nueva esperanza
Juntos saldremos a construir nuestra vida
Para así levantar la tierra prometida


Sal, sal y ama todo lo que te rodea, si soy yo o es la marea, quiero que el mundo sepa que te quiero cuando este poema lea.


- D. Álvarez -






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